15/4/14

El Golf, casi un juego de niños

Vitalmente Magazine, Colombia, Edición Marzo-Abril // Golf

Articulo publicado en este Magazine Colombiano


El golf tiene 4 partes fundamentales, la técnica, los materiales, la preparación física y quizás, la más importante, la mente.

Timothy Gallwey uno de los padres del coaching, cuando era capitán del equipo de tenis de la Universidad de Harvard en el 1960, observó que sus dificultades en el tenis tenían un origen mental y rápidamente lo extendió al golf.

El coaching es una "nueva" disciplina que nació hace 30 años en USA para mejorar el rendimiento individual de los deportistas y que rápidamente se aplicó a otros campos. Mediante un proceso, se mejora el rendimiento de las personas, en cualquier actividad. Sin aconsejar, sin enseñar, sin relatar experiencias personales, realizando una escucha activa, una comunicación desde el punto de vista del cliente y solo con preguntas adecuadas del coach, el cliente encuentre como superar los obstáculos que le impedían obtener sus objetivos, sus metas y porque no sus sueños.

Los jugadores de ambos deportes tienen tendencia a pensar demasiado antes y durante los golpes, se esfuerzan mucho en controlar los movimientos y se preocupan en exceso por los resultados dando lugar a que no se concentren lo suficiente. Gallwey lo llamo Juego Interior, es el que tiene lugar en la mente del jugador y se juega contra  obstáculos tales como, la falta de concentración, el nerviosismo, las dudas sobre uno mismo y la excesiva autocrítica, impidiendo la excelencia en el juego deportivo.

Bueno, no todos los jugadores, hay un grupo, los que llamaba Serrat  “locos bajitos”, que no cumplen este paradigma. ¿Han visto a un niño ejecutar su swing? , no tienen problemas al hacerlo, simplemente se preparan, lo realizan y además, se divierten con ello, sin preocuparse por nada. ¿No le parece que deberíamos aprender de los niños? 

Bertran Rusell, filosofo, matemático y premio noble de literatura, en su libro La conquista de la felicidad llego a una conclusión, “La característica universal de las personas felices es el entusiasmo”. Los niños no se limitan, por el contrario nosotros constantemente. Disfrutan y se entusiasman con todo lo que hacen. Están más cerca de Rusell que nosotros. Son felices al jugar al golf, nosotros por el contrario, dejamos que el juego interior, nos bloque y no nos permita disfrutar.  

Es imposible sobresalir en algo de lo que no se disfruta decía un mito “Jack Nicklaus”. Otro mito, pero del baloncesto, gran aficionado al golf, Charles Barkley , lo recordaba de una manera simpática, “El sexo y el golf son las únicas cosas en las que aun siendo malo puedes pasar un rato agradable·

Con el coaching un jugador de golf de cualquier nivel desarrolla y mejora su juego interior, aprendiendo a  competir contra su mayor rival, el mismo. Sin limitarse, usando todo su potencial, divirtiéndose, se entusiasmara, vencerá el abandono y el miedo al fracaso, encontrando así el camino del éxito en su juego exterior, permitiendo que el golf sea, casi, un juego de niños.

Espero haberles transmitido la esencia de mi profesión, les recomiendo que contacten con un coach y lo experimenten personalmente, podrá acompañarles en la obtención de cualquier meta, encontrando así ustedes esa mina de  oro y diamantes escondida, que todos, llevamos dentro.

Mariano Ángel Puerta
Directivo y Empresario Internacional
Creador del Método Coaching Golf
Coach profesional certificado por la Cámara de Comercio de Madrid
Coordinador del curso de experto profesional en Coaching Golf por la
Universidad Nacional de Educación a Distancia de España, UNED

Colaborador de Canal Plus Golf España, Golf Confidencial, RRHH Digital y Doble Bogey

14/4/14

Humilde coach.

Doy gracias a Dios, al Universo y a mi mujer, por haber encontrado su amor, consiguiendo así haber vivido este proceso que me ha convertido en lo que soy, feliz y humilde; padre, marido, hijo, coach y jugador de golf, absolutamente convencido de que amanece todos los días porque cada vez somos más ,los que queremos que así  sea.


Faltaba el abuelo, pero como si estuviera.